¡VENGA! ¡VAMOS!¡ DÍMELO!, Dime que no me quieres, que no me necesitas, que nunca he sido nada para ti y nunca lo seré.
Dime lo poco que me quieres y lo mucho que me odias, que todos esos momentos no han significado nada para ti, y olvidarme no será difícil. DÍMELO, SÍ.
Y dime después que todo lo que has dicho es una mentira, que simplemente me necesitas como si de mi se tratase tu respirar.
Que me cuesta admitir que te tu boca es mi refugio, que tu pelo es mi alma y que tu presencia es la mía.
¿Pero sabes qué? No voy a ser la típica tonta que tienes a tus pies, no voy a servirte como si de una criada me tratase, voy a quererte si, ni mucho ni poco, voy a quererte a mi manera. Porque sé que en el fondo, esa manera te gusta, la necesitas…pero no tanto como yo te necesito a ti.
Gracias, por sacarme una sonrisa con tan solo ver la tuya.
Gracias, por sacar el sol en los días más lluviosos.
Gracias, por todo, gracias por existir.