En este momento lo veo todo como una grandísima mierda. Probablemente siempre lo ha sido pero por ciertas razones yo me he dado cuenta ahora.
Ni tu misma eres de fiar. Sabes que tarde o temprano la volverás a cagar. Siempre lo has hecho. Pero el problema no es el simple hecho de cagarla o no, sino las pérdidas que ello conlleva.
Hay ciertas personas que te prometieron un para siempre, pero esas personas son las mismas que luego te ayudarán a cagarla, que te creas culpable de todo y hacerte sentir mal. Muy mal. Demasiado. Y es que una vez que te fallan, es muy difícil volver a confiar. Podrás olvidarte de lo que te dijeron, pero nunca de como te hicieron sentir.
Que irónico, las caras bonitas no significan nada de que el corazón lo sea, no significan que por mucho que te esfuerces en ayudar a los demás, ellos estén ahí cuando tú más lo necesites. Probablemente ese sea nuestro mayor error, creernos mejores personas de lo que en verdad merecemos. Creer que todo irá siempre bien porque ves a los demás ser felices. Los que hacen más daño son los que menos reciben y sí, suena irónico, pero ¿qué sería la vida sin ironía?
Ironía es querer estar solo cuando estás rodeado de personas, y que cuando realmente lo estés, querer tener el calor de ellas.
Ironía es recibir daño y no poder contestar porque probablemente también se lo hagamos a esas personas.
Ironía es el mundo en el que vivimos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario